Las
calles pavimentadas son testigos del desarrollo que nos inventaron. Las
recuerdo de barro y encharcadas. Recuerdos mis zapatos embarrados y las
caminatas. La vecina siempre dejando entrar a extraños a su casa, con la puerta
cerrada empezaba la opereta que alegraba la cuadra. Nos mintieron cuando
dijeron que la solución tenía un rostro, el de un tipo bigotudo que estaba en
todos los postes. Hoy la vecina sale con el bigotudo y el hambre sigue burlona
es las esquinas. La casa se nos está cayendo. El desarrollo nos llegó en forma
de recibos de luz comunitario. Lo único bueno, es que los pies ya no se nos
llenan de barro.
Por: JulioCesar