El mundo es una extensión del
horizonte que termina en la carretera, en ese punto en el que la distancia se
vuelve un lugar concreto. El bus que no
se llena, la gente ahí, como fichas silenciosas. Algunos días tienes dudas.
Pero tomas la decisión. Te vas a la montaña con unos amigos, te alejas de todo y
sientes el peso de una naturaleza que te reclama volver a ella. El barro, elverde inmenso, y ese aire distinto que logras respirar te hacen preguntas sobre
tu lugar en el mundo.
Ocupar un lugar es, por
momentos, ser una hoja que cae, distraída, sin sospechar el viaje. Ocupas ese
lugar impreciso en el que vas y vienes, haces una curva, para terminar tocando
tierra. Pero ese lugar, su posibilidad, se hace pequeña, cuando el ruido entra
y lo invade todo.
Atravesar el camino en un Jeep, ir incómodo pero satisfecho. Cargar tus cosas en un bolso, justo lo
necesario, llevar provisiones, ser otra cosa. Dejar atrás ese olor a oficina, a
papeles viejos, el sonidito de las teclas. Ser un fuego pequeño que se aviva
con dificultad, una llama, amarillo en medio de la oscuridad. (DAR CLICK EN SEGUIR LEYENDO)