La Cumbre de las Américas
nos tiene sensibles a todos. Es que tantas medidas de seguridad nos hacen
sentir como si fuésemos culpables de algo, o sospechosos o ajenos a este lugar.
Imaginen que van por la calle y se cruzan con los antimotines uniformados como
para detener a un batallón, caminas más y ves a los de verde circulando y
cercando a cualquier persona extraña para que coja su rumbo por fuera del
centro y eso, sin contar con las tanquetas que están allí formando parte del
paisaje. ¡Medidas de seguridad en todos lados! Como si éste fuese un cuento de
terror. Pero bueno, todo sea por la Cumbre.
El punto aquí no es seguir
hablando de lo mismo, es otra cosa. Me llamó la atención los carteles luminosos
que hay en distintos puntos del Centro Histórico, letreros que además de toda
su luminosidad muestran mensajes bastante particulares que reafirman toda la
seguridad que debe sentirse durante la Cumbre. Me referiré a uno en especial,
un mensaje que muestra el slogan de La Policía Nacional y que reza: Todos con
un mismo corazón.
¿Y qué es lo que me
sorprende? ¿Acaso no son ellos los héroes de este país? Pues bien, pude morir
de la risa al leer el mensaje. Se refieren al corazón de quién exactamente, me
pregunté. ¿Será acaso al mismo corazón
de los estudiantes a los que atacaron con gases lacrimógenos cuando se luchaba
contra la ley de educación? ¿Será el mismo
corazón de los que se sintieron agredidos el día de la Marcha de la Diversidad
sexual? ¿Será el mismo corazón de los que requisan simplemente por el poder que
sus uniformes y sus armas les “otorgan”? ¿Será el mismo corazón de los que
protestaban contra el Juan Valdez de la Plaza de la Paz y que ellos arrinconaban con la excusa de que
molestaban a los clientes del lugar? Eso, solamente refiriéndome a la parte
local.
Como una institución que en
más de una ocasión demuestra que el ciudadano es su menor importancia, puede atreverse
a suponer que siente con el mismo corazón de la gente. Basta con salir a la
calle y ver las reacciones de más de una de las personas que se cruzan con los
uniformados. El rechazo y la antipatía que la Policía Nacional despierta en la gente debería ser motivo de
preocupación para la institución misma, pues, no deben olvidar que no hay
autoridad sin una legitimación del pueblo.
Quizás, el problema de fondo
con los que se supone deben garantizar nuestra seguridad y el orden público es
que a veces – muchas veces- hacen parecer que ese sentido de su labor, queda
desdibujado frente a necesidades más importantes de estamentos de mayor rango. Y
es que, como puede la gente sentir con el mismo corazón de ellos cuando desconfían
de cualquier acto que estos lleven a cabo. Porque si de algo se habla, es de lo
torcido que es ese brazo verde de nuestra ley – y eso, no lo digo yo-.
Por mi parte, me resulta
imposible sentir con el mismo corazón de aquellos que un día me hicieron sacar
todo del bolso para ver qué llevaba. Y que no dieron más excusa que mi apariencia,
pues al parecer, tenía mal aspecto (?). Me disculparán ellos como institución
por juzgarlos a través del accionar de unos pocos, pero cuando se tiene un
uniforme lo que más importa es cuidar la imagen que la gente puede tener no sólo
de la persona que porta el uniforme en cuestión, sino, de la institución misma.
Pero sobre todo, porque lo que debería importar es cómo se siente el ciudadano
frente a quienes debe garantizarles una vida segura y respetable.
La pregunta detrás de todo
esto, es cómo asumen los de Verde esa dicotomía entre la imagen que se supone
deben tener y la que realmente tienen. Valdría la pena hacer un listado de
todos los percances que hemos tenido con los funcionarios de esta entidad por
sus abusos y sus malos tratos, en ocasiones, injustificados para entrar a
debatir con ellos si realmente creen merecer ese slogan. Me pregunto ahora, ¿Uds. siente con el mismo
corazón de la Policía Nacional?
Por: Márquez.
2 comentarios:
Si se aparta el principio de la buena fe que la policia debe tener con todos los ciudadanos, no se puede pensar en la posibilidad del "todos con un mismo corazón".
Ayer una amiga llegaba con unas bolsas a su casa en Bocagrande y se encontró con un Cai Movil diagonal a su Casa. Lo primero que preguntaron cuando ella no pudo abrir la puerta fue:
- Usted qué hace?
Cuando ella respondió que allí vivía, uno de los uniformados dijo:
- Está segura ?
Así no se puede creer en el trillado "Todos con un mismo corazón"
Buen día,
Como me puedo contactar al aministrador del blog, porque están encalzando mi sitio web http://www.fincasdeturismo.com/ sin mi autorización. Por favor eliminan ese enlace de su blog.
Publicar un comentario